jueves, 25 de septiembre de 2008

Introduccion a la investigacion de medios masivos de comunicacion

Introducción a la investigación de medios masivos de comunicación. Autores: Roger Wimmer y Joseph Dominick. México: Thomson Editores, 6ª edición.
Aunque en la práctica no siempre es así, la investigación de los medios masivos de comunicación se suele emplear “para comprobar o descartar las corazonadas o la intuición de los que toman las decisiones”. En este sentido, un breve repaso histórico pone en claro que la investigación de los medios masivos ha evolucionado en instancias bien definidas. Al mismo tiempo, en este proceso se dan patrones similares, producto de las demandas de investigación de cada uno de los medios específicos. En este contexto, los autores destacan estos cuatro fenómenos paradigmáticos que han impulsado el incremento de las investigaciones de medios. 1) La necesidad de entender la naturaleza de la propaganda (Lasswell, 1927). 2) La conveniencia de investigar los medios para planificar la comunicación publicitaria (décadas del ‘50 y ‘60). 3) El creciente interés por comprender cuáles son los efectos de los medios sobre los públicos (especialmente los niños). 4) La creciente competencia de los medios de comunicación en relación con el gasto publicitario (audiencias y ratings).



El análisis de los grandes temas

Como manual universitario, este recomendado no sólo contempla todas las temáticas de manera ordenada y sistemática sino que, además, las desarrolla de modo pedagógico. Los primeros capítulos abordan el proceso, los enfoques, el análisis y las aplicaciones de todo proceso de investigación. Luego, se analizan los procedimientos de investigación, los elementos y la ética. En esta parte, el muestreo merece un capítulo especial.

En la segunda parte del texto, se exponen los métodos cualitativos, los contenidos, las encuestas, la investigación longitudinal y la experimental. El texto concluye con una introducción básica a la estadística, la comprobación de las hipótesis y se aplica a detallar la investigación de los medios impresos, los electrónicos, internet y los efectos de los medios.

A la manera de los manuales más logrados, este texto se completa con estos apéndices: Tablas, Sesiones grupales, Muestras, Reportes y Glosario.



La investigación en publicidad y en relaciones públicas

Los autores recuerdan que durante muchos años la investigación no se utilizó mucho en publicidad ni en relaciones públicas, en razón de que las decisiones se tomaban de manera intuitiva. Pero con la creciente competencia, la masividad de los mercados y el alza de los costos, la investigación se ha consolidado como una herramienta esencial. Esta área específica de investigaciones no implica técnicas especiales; los métodos de laboratorio, de encuestas, de campo, los grupos de enfoque y el análisis de contenido son los que se utilizan habitualmente.

Las tres áreas funcionales que se aplican con mayor frecuencia son la investigación de la prueba de copy o de aceptación del mensaje, la investigación de los medios y la investigación de evaluación del mensaje o de la campaña. En tanto que la investigación en relaciones públicas implica “inspeccionar los avances relevantes y las tendencias, estudiar la posición de las relaciones públicas de una organización, así como los mensajes que la organización produce”. Asimismo, medir como la institución o empresa enfrenta sus responsabilidades sociales, evaluar las campañas de relaciones públicas y determinar que factores inciden en la noticiabilidad de los sucesos empresarios.

El proceso de investigacion

EL PROCESO DE INVESTIGACIÓN
por Alfredo Torre

Partamos de la siguiente idea: no existen recetas para hacer periodismo de investigación (PdI). En tal caso, podemos referirnos a una serie de pasos de casi imprescindible realización, llevados a cabo con una lógica secuencial que no siempre deberá ser respetada. Esto es, difícilmente se pueda orientar un trabajo sin la formulación de un objetivo claro y preciso para con posterioridad formular una hipótesis de trabajo, pero es probable que se puedan enunciar una serie de explicaciones provisionales, a los que llamaremos planteos hipotéticos, a fin de evaluar cuál es más consistente y a partir de ahí plantear un objetivo de proyecto. Todos estos pasos son construcciones que hacemos en nuestra mente por imposición de demostrar aquello que consideramos que se oculta deliberadamente ante los ojos de la opinión pública, debido a que la misma podría verse afectada negativamente.

El periodista investigador

Pero antes de avanzar en este asunto, dediquemos unas líneas al periodista investigador. ¿Quién no estaría en condiciones de hacer PdI? Respuesta: ni los dogmáticos ni los escépticos. Tanto los que son capaces de creer sin cuestionar y muchas veces se basan en el principio de “autoridad” (lo dijo el funcionario, el científico, el centenario matutino, etc.), como los que entienden que jamás alguien puede llegar a la verdad. En esto mucho tiene que ver la formación de cada uno. Si nunca nos hemos cuestionado nada en la vida, difícilmente estemos capacitados para asomarnos críticamente a la realidad. Sería un permanente quedar expuestos a dar por verdadero aquellos que otros han armado para que lo incorporemos de ese modo.
En este sentido, somos defensores a ultranza de la formación universitaria de periodistas. Pero atención, para saber hacer un copete y una volanta no es necesario hacer estudios superiores ni tampoco es requisito recitar a Habermas o a Barbero. A lo que nos referimos es que la formación en las universidades debería, en principio, fomentar la apertura mental hacia el conocimiento y una metodología de trabajo –común a las ciencias sociales- que permita ordenar y orientar el proceso de indagación. Sacar un periodista de un sociólogo es posible, al revés, no. Además, el periodista que haga PdI, debe ser una persona culta. Cultivada e informada. Se nos ocurre pensar en que deberían existir algunos requisitos mínimos para garantizar una adecuada formación. Intentemos lo siguiente como un posible ejercicio cotidiano: a) lectura lineal, transversal y/u orientada de no menos de tres periódicos por día, en sus versiones digitales o de papel; b) no menos de dos revistas de actualidad por semana; c) no menos de dos libros mensuales, uno de ellos relacionado a investigaciones periodísticas. A este entrenamiento se le deberá sumar la capacitación en un idioma extranjero (preferentemente inglés), el manejo de las herramientas informáticas que sirvan para el procesamiento de textos, cruzamiento de información de bases de datos y rastreos por Internet, sin descuidar el archivo personal sobre el principio de intereses temáticos particulares y un regular ejercicio aeróbico semanal. Estamos pensando en quien y sobre todas las cosas (y en esto la universidad ayuda y mucho) cuenta con valores éticos inquebrantables. Dicho sea de paso, cualquier renunciamiento en tal sentido, sería un viaje sin retorno. Quien piense en utilizar una investigación para presionar, sobornar o sacar algún tipo de provecho, estará condenado a realizar de ahí en más las acciones más miserables.
Es probable que lo dicho resulte exagerado, especialmente para los estudiantes de las carreras de periodismo. Pero estamos hablando de la formación de excelencia de periodistas dedicados a la investigación. Y aún creemos que nos hemos quedado algo cortos. Los avances de las tecnologías en materia de comunicación e información, han abierto nuevos espacios en donde se requieren profesionales con otras habilidades y destrezas. Nos referimos al periodismo en formato multimedia. No estamos lejos del que así como una generación de periodistas debió pasar traumáticamente de la máquina de escribir a la PC (y no pocos quedaron en el camino), ahora no se requiera del conocimiento en el manejo de cámaras digitales u otros instrumentos que permitan una presentación más compleja y elaborada del material a informar.
De todas maneras, esto resultaría absolutamente innecesario si el periodista no contara con otras no menos importantes cualidades para emprender con esta modalidad profesional. Las detallamos: a) curiosidad; es decir, el deseo de saber, de averiguar, de inquirir; b) interés en darle importancia a las cosas que entienda, justifique y valore puedan ser de incumbencia pública y; c) pasión en la búsqueda de la verdad.
Sumemos a lo antedicho el ser permeables y abiertos para permitir ser atravesados por la realidad inmediata o remota.

Búsqueda de temas de investigación

Posiblemente, este sea uno de los pasos –aparentemente- más difíciles de resolver. Sin embargo, son muchos los recursos a los que se puede echar mano, independientemente de los que cada uno cuente para obtener información a través de fuentes diversas. Citaremos algunos de los que consideramos más efectivos:

a) A través de una detenida lectura de los medios locales o regionales, se podrá observar que en ciertos asuntos tratados quedan un sinnúmero de datos por interrelacionar o situaciones por resolver, fuentes consultadas que pueden saber más de lo que se ha publicado, aristas en la que –profundizando aún más- es probable que aparezcan otras cuestiones no abordadas. Tampoco hay que desechar el contenido de las publicidades y de los avisos clasificados. Muchas historias se pueden esconder detrás de las promesas de un crédito fácil o de la obtención de ganancias espectaculares a través de un empleo.
b) Hay un conocimiento dinámico instalado en el tejido social que merece ser explorado en forma exhaustiva. La gente común, en su diario vivir y a través de su trabajo, estudio, vínculos permanentes o circunstanciales, etc., registra una cantidad ilimitada de información que puede contener -muchas veces- la potencial semilla de una investigación. Podríamos preguntar a personas de distintos ámbitos: “¿qué cree usted que el periodismo debería indagar dentro de su campo laboral o en la ciudad en la que vive?”. Por supuesto, no faltarán las respuestas sin datos ni fundamentos, movilizadas únicamente por el plano emocional.
c) Otro recurso proviene del conocimiento acerca de las instituciones y su funcionamiento. En principio, la idea no es conocer qué anda mal en ellas (aunque tampoco es despreciable hacerlo), sino cómo deberían funcionar correctamente. Veamos los siguientes ejemplos:
• La legislación correspondiente a un territorio dado, establece un régimen de licitación para la compra de bienes de capital e insumos en los organismos oficiales. Esto es lo que -en principio- un periodista debería saber. Pregunta: ¿Todos los llamados y procedimientos de adjudicación se realizan de acuerdo a la ley?
• Existen códigos de procedimiento para la construcción de edificios de propiedad horizontal. Pregunta: ¿Qué esconde el levantamiento de los mismos en zonas residenciales no habilitadas por la comuna?
d) Una modalidad más para relevar temas y que es pocas veces tenida en cuenta, es la lectura de publicaciones de circulación limitada. Por ejemplo, las correspondientes a asociaciones profesionales o de defensa del consumidor, grupos empresarios, entidades deportivas, organizaciones no gubernamentales de diverso tipo, etc. En general, las mismas abordan problemáticas específicas del sector. No obstante, en muchos casos, algunas de ellas también pueden afectar el interés público y contener el germen de otras cuestiones de mayor trascendencia.
e) El imprescindible conocimiento de investigaciones realizadas por otros que han contado con el apoyo logístico (recursos, tiempo disponible, etc.) de las empresas periodísticas en las que trabajan, puede resultar un elemento disparador fundamental. En tal sentido recomendamos revisar las síntesis y repercusiones de los trabajos llevados a cabo por Telenoche Investiga (http://www.telenoche.com.ar/investiga/default.htm ) de Argentina, por cuanto nos pueden dar ideas para llevar a cabo similares propuestas en el ámbito y a la escala que podamos.
f) Otra de las habituales formas de acercarse a determinados temas, es mantener contacto con personas dispuestas a hablar, ya sea por interés personal o por interés cívico. Con respecto al primer caso, algunas de las motivaciones más frecuentes son: desahogar resentimientos (“me maltrató y ahora tienen que saber cómo es realmente”), cobrar venganza (“porque me echaron del trabajo, contaré todo lo que se de la empresa”) o alardear lo mucho que se sabe acerca de algo. En todos los casos habrá que ser muy cuidadosos con los datos y pruebas que nos aportan, por cuanto todo –generalmente- está teñido de un fuerte componente subjetivo. La segunda cuestión se refiere a las denuncias formuladas por los ciudadanos a los medios para que éstos las investiguen, con el espíritu de que se haga justicia o se muevan ciertos resortes de la administración estatal para modificar un estado de cosas que funciona de manera irregular.
En tal sentido recomendamos hacer el siguiente ejercicio: Supongamos que a la redacción de un medio llega una persona que dice conocer que en el organismo nacional en el que trabaja algo más de dos meses, “alguno de muy alta jerarquía estaría envuelto en un caso de corrupción sin precedentes”. No puede precisar quién es exactamente, pero señala que “seguro que es gente muy allegada al gobierno”. Asimismo, calcula que el supuesto fraude debe de representar una cantidad muy importante de dinero. Las razones que aduce tener para formular la denuncia, es su interés de que no se siga robando la plata de los contribuyentes.
Ahora bien, hagamos un exhaustivo listado de las preguntas que le formularíamos al informante respecto de sí mismo (¿es quien dice ser?, ¿cómo pudo enterarse alguien que lleva trabajando solo dos meses de un hecho tan trascendente?), de la institución a la que pertenece y del hecho que denuncia. También elaboremos lógicas lucubraciones generadoras de interrogantes; por ejemplo: “Si ante la pregunta sobre si tiene militancia sindical contesta... entonces le preguntaría....”
g) Las obras literarias o el mismo cine suelen también ser recursos a considerar. Situaciones de ficción pueden tener su correlato en la realidad, o nos ofrecen elementos para imaginar hechos que posiblemente después podamos corroborar empíricamente.
h) Otra estrategia más para conseguir temas: hacer un listado de sucesos genéricos a partir de hechos conocidos (lavado de dinero a través de fundaciones inexistentes, pruebas plantadas para involucrar a alguien, etc.) o investigaciones realizadas por los medios. Por ejemplo, si tomamos el listado diario sobre los actos de corrupción publicados en Latinoamérica que provee gratuitamente “Periodistas Frente a la Corrupción” a través de su lista (http://www.cipe.org/pfc; pfc@probidad.org), podríamos frente a esta selección de noticias establecer si tienen su correlato en los ámbitos en que frecuentemente nos movemos.
i) Revisar investigaciones llevadas a cabo en el pasado y que hayan tenido una importante repercusión en la opinión pública para luego desaparecer, también debería tenerse en cuenta. La idea sería preguntarse: ¿qué pasó a partir de la difusión de... sobre lo cual nunca más se dijo nada más? Posiblemente se hayan mantenido hasta el presente las mismas irregularidades después de la tormenta mediática, debido a nuevos ocultamientos o falta de intervención (por algún motivo que habría que estudiar) de quienes en aquel momento o aún hoy deberían tomar intervención para corregir o sancionar.
j) Detectar situaciones “alegales” en organizaciones o sistemas que posibiliten, mediante el vacío legal, la realización de hechos -por lo menos- cuestionables.
k) Por último señalaremos otras posibles formas de encontrarnos con cuestiones a investigar. Esto sería a través del rumor (voz que corre entre el público); de la filtración (divulgar de manera oculta o a escondidas información secreta o confidencial), de la infidencia (violación de la confianza y la fe debida a otro), o de la confidencia (revelación secreta o noticia reservada).
Pero, sin duda, la mejor estrategia que un estudiante de periodismo puede seguir para sortear este paso inicial del proceso indagatorio, es mantenerse alerta y en estado constante de búsqueda. Este entrenamiento sólo es efectivo si se lo acompaña con el hábito de exposición diaria a los medios de difusión (de periódicos, especialmente) y el diálogo constante con todos los actores sociales posibles.
A nadie que viva desinformado, distraído, desconectado del mundo o aislado, la realidad lo llama para anunciarle todo lo que hay aún por investigar.
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Escenarios de la investigacion

Según muchas observaciones, la educación matemática tradicional sigue el paradigma del ejercicio. Este paradigma contrasta con varios posibles escenarios de investigación que invitan a los estudiantes a involucrarse en un proceso de exploración y explicación. La distinción entre el paradigma del ejercicio y los escenarios de investigación se combina con la distinción entre tres posibles tipos de referencia que proveen significado a los conceptos matemáticos y a las actividades dentro del salón de clase. Así, tenemos referencia a las matemáticas per se, a una semirrealidad y a situaciones de la vida real. De esta combinación surgen seis posibles ambientes de aprendizaje que aquí se ilustran con ejemplos. Moverse del paradigma del ejercicio hacia los escenarios de investigación puede contribuir a relegar a las autoridades del salón de clase de matemáticas tradicional y, en cambio, resaltar el papel de los estudiantes como sujetos activos de su propio proceso de aprendizaje. Moverse de la referencia a las matemáticas per se hacia la referencia a la vida real puede contribuir a ofrecer recursos para la reflexión sobre las matemáticas y sus aplicaciones. Espero que encontrar una ruta en medio de estos diversos ambientes de aprendizaje sugiera nuevos recursos de enseñanza para hacer de los estudiantes seres que actúan y reflexionan y, así, destacar la dimensión crítica de la educación matemática.

Recorrido por la historia del cine venezolano

El 23 de enero de 1897 se mostró en el Teatro Baralt de Maracaibo dos filmes que marcaron el inicio del cine venezolano: "Muchachos bañándose en la Laguna de Maracaibo" y "Un célebre especialista sacando muelas en el Gran Hotel Europa". Aunque últimamente ha habido dudas acerca de la autoría de estas películas, originalmente se les atribuyen a Manuel y Guillermo Trujillo Durán.

Después de estos intentos, no es sino hasta los años 20 cuando ocurren avances realmente significativos dentro del séptimo arte venezolano. En 1921, se hace el primer documental científico titulado: "El tripanosoma venezolano" realizado por Edgar J. Anzola, Jacobo Carriles y Juan Iturbe. Tres años más tarde, este mismo equipo de cineastas produjeron lo que sería el primer largometraje de ficción filmado en el país: "La Trepadora" basada en la novela homónima del escritor venezolano Rómulo Gallegos.

En 1927, por idea de un sobrino del Dictador Juan Vicente Gómez, se crea en Maracay el Laboratorio Cinematográfico de la Nación, adscrito al entonces Ministerio de Obras Públicas, con el fin de controlar las obras que se divulgaran durante su mandato.

Con la caída de la dictadura, el cine habló


Aunque en 1934 se hicieron algunos intentos de hacer sonido, incluyéndole algunos con efectos parlantes a la película "Venus de Nácar", no es sino hasta 1938 cuando el cine comenzó a hablar con propiedad en el cortometraje "Taboga" de Rafael Rivero. Sin embargo, entre 1935-1941 el cine venezolano no tuvo mayormente adelantos significativos desde el punto de vista económico y técnico.

En 1942, surge el primer intento de hacer cine industrial con la creación de la empresa Bolívar Films, fundada por Guillermo Villegas Blanco. En esa época, todos los esfuerzos de Villegas Blanco se orientaron a reactivar la producción nacional "en términos participativos y de co-producción con países como Argentina y México" que para la época demostraban un gran progreso industrial cinematográfico. Años más tarde, el esfuerzo de Bolívar Films es recompensado en Cannes con "La Balandra Isabel llegó esta tarde".

Esta película, dirigida por Carlos Hugo Christensen y estrenada el 03 de agosto de 1950, fue premiada en el festival de Cannes a la mejor fotografía. "La Balandra Isabel llegó esta tarde" fue filmada entre paisajes exteriores y recreados en estudio, dejando evidencia de cómo era la vida en torno al puerto de La Guaira y sus poblaciones circunvecinas.
A finales de los años cincuenta, el cine venezolano recibe otro reconocimiento, de la mano de "Araya", película de la joven cineasta Margot Benacerraf. Este filme recibió el Premio Internacional de la Crítica (Premio Compartido ex-aequo con "Hiroshima, mon amour" de Alain Resnais) en el Festival de Cannes de 1959.

"Araya" es considerada un verdadero patrimonio de la cultura venezolana y un clásico en la historia del cine mundial. De hecho, en 1990 fue seleccionada como una de las cinco mejores películas en la historia del cine latinoamericano, dentro de la retrospectiva de Latin American Visions, organizada por el Neighborhood Film/video Project de Philadelphia.

Que es investigacion de medios

Los medios publicitarios son los canales a través de los cuales se transmiten los mensajes. Elegir los mejores medios para una campaña es una función importantísima; es necesario conocer bien los beneficios que cada canal ofrece a la s audiencias a que se dirigen y a los productos que van a ser publicitados.

El estudio general de los medios (EGM) tiene mas de 30 años de existencia ininterrumpida. Los estudios sobre medios y sus audiencia no han existido siempre; son relativamente recientes.

Nacieron porque, y cuando, así lo exigió la publicidad. Y se siguen haciendo porque anunciantes y agencias las siguen exigiendo.

La información sobre las audiencias resulta imprescindible para la compra de espacios y tiempo.

Nadie se había planteado el medir la circulación de los diarios hasta que los anunciantes aparecieron en escena y quisieron saber porque pagaban las tarifas que los medios pedían.

En los medios impresos lo que verdaderamente cuenta para la publicidad, para el anunciante, son los lectores: Cuántos y quiénes leen -o van a poder leer- mi anuncio. Y en la radio son los oyentes, no los que viven en la zona de cobertura de la emisora. Y en la televisión son los telespectadores, no los hogares con televisión ni los aparatos encendidos.

Así que, porque anunciantes y agencias lo seguían exigiendo, hubo que afinar la información, para saber concretamente quién nos lee, nos escucha o nos ve, o puede leernos, escucharnos y vernos.

Ahora bien, aunque que exigidas por anunciantes y agencias, las investigaciones de audiencias se han hecho también imprescindibles para los medios.

Es la publicidad la que exige los estudios de audiencia; pero una vez que estos existen, resulta que los medios mismo sus directores y editores, sus programadores, sus gestores se dan cuenta de que también a ellos les interesa saber quienes les leen o les escuchan o les ven. Para saber de su importancia de sus aciertos de si sus opiniones son compartidas, de si tienen seguidores, de cómo son estos en definitiva, para saber a que atenerse... Y para llegar a hacer beneficios.

Diarios, revistas, programa de radio y televisión, todos aspiran a maximizar sus audiencias. Porque hoy el éxito con las audiencias marca el éxito empresarial. Los medios tampoco se pueden pasar sin hacer estudios de audiencia (estudios de mercado seria bueno llamarles para ellos).

La investigación de medios es la recopilación y análisis sistemático de la información sobre el alcance y la eficacia de los vehículos de los medios.